Montreal en pantalla (VII)

Así como en el añejo caso de Life of Pi o, en su muy torpe traducción en nuestro país, Una aventura extraordinaria, la presencia de la ciudad canadiense en La llegada (Arrival, 2016) es poca en comparación con la observada en otras películas —aunque sí resulta cierto que, al menos, en Life of Pi no se pretende que sea otra localidad. Ahí, Montreal es Montreal. En el segundo caso, por tratarse de una cinta de bastante calidad, se le perdona. Más si se trata de la cinta de un director nacido en la provincia francófona de Quebec. Más si es uno que ha vivido la mayor parte de su vida en Montreal. Va entonces este comentario sobre Denis Villeneuve y Arrival:


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