Aunque
he visto algunas películas de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, ninguna
de ellas me había impresionado en demasía. Eso a pesar de que los cineastas
belgas han ganado en dos ocasiones la Palma de Oro en el festival internacional
de Cannes. Si acaso El silencio de Lorna
(2008) logró por su temática interesarme más que cintas como El hijo (2002), El niño (2005) o incluso El
niño de la bicicleta (2011). Mi indiferencia, sin embargo, tiene sus
límites tratándose de los hermanos Dardenne. Sobre todo, cuando colaboran con
una estrella que además sí es actriz. Cómo no quedar, entonces, subyugado ante
una protagonista como Marion Cotillard. La francesa colabora por primera vez
con los realizadores de Bélgica en su más reciente crédito, Dos días, una noche (Deux jours, une nuit, 2014). La
experiencia resulta en extremo disfrutable.
Cotillard
encarna a Sandra quien, ante una amenaza verdadera —y no simplemente construida
por una mente paranoica— a su trabajo y a la economía familiar, emprende una
serie de encuentros a lo largo del periodo de tiempo indicado por el título del
filme. Tras una depresión que la alejó de su trabajo en una compañía manufacturera
a los colegas de Sandra se les presenta una disyuntiva: o reciben un bono tras
el despido definitivo de la joven madre o se quedan sin esa cantidad de dinero
permitiéndole reintegrarse al equipo laboral. Un chispazo de esperanza se da un
viernes, mismo día en que da inicio la película. El lunes todos los compañeros
votarán de nuevo. Sandra tiene sólo el fin de semana para intentar convencerlos.
Para ello contará con la solidaridad de su esposo Manu (Fabrizio Rongione) y de
algunas de sus colegas. Durante ese fin de semana se darán múltiples altibajos.
A veces la protagonista querrá darse por vencida. Otras, sin embargo, saldrá adelante
e insistirá ante una negativa o una cara de duda. Tendrá que enfrentarse a
reacciones muy diferentes: desde la compasión lacrimógena hasta el odio frontal.
Incluso su visita provocará pleitos entre miembros de una misma familia. Habrá
además una que otra decepción.
Los
hermanos Dardenne centran la historia en el microcosmos de una familia de clase
media y habitante de los suburbios para de forma implícita hablar de la crisis
económica en Europa. Ésta les llevará a plantear el dilema por el que pasan los
colegas de Sandra no sólo a estos personajes ficticios sino también a los
espectadores. Frente a un premio monetario tal vez cada uno de nosotros
permitiría que una compañera de trabajo se quedara sin el empleo. Especialmente
después de que ésta ha mostrado su fragilidad emocional cayendo en una
depresión. De igual manera se desplegará la radiografía de una Bélgica
multicultural y de orígenes diversos. Los Dardenne logran con Dos días, una noche una cinta de
emociones precisas durante la cual los planos-secuencia de nada fácil longitud
abundan. Como en películas del estilo de Boyhood
o Whiplash, el éxito artístico
depende del desarrollo del relato y de la interpretación de los actores. La
solvencia en labor histriónica por parte de Cotillard se halla más que
comprobada en ejemplos fílmicos como La vida en rosa, Metal y hueso, Sueños de libertad (The Immigrant) e incluso en un rol secundario como el de Medianoche en París. Baste mencionar la
escena en el auto con la canción “La nuit n’en finit plus”, interpretada por
Petula Clark, como fondo musical. Gracias a la hermosa sonrisa en el rostro de Sandra el espectador
comprende a la perfección por qué Manu la apoya sin condiciones y por qué se
halla armado de tanta paciencia. Y al fin y al cabo no importará el veredicto
final en el caso de Sandra. Más bien cobrará valor el periplo trazado por esta
lucha desesperada por mantener el sustento familiar.
Dos días, una
noche
se presentó en la selección oficial del festival de Cannes del año pasado sin
haber obtenido ningún premio de renombre. Sin embargo, Marion Cotillard fue
nominada recién y sorpresivamente como mejor actriz en el premio más importante
para la industria hollywoodense. Se sabe de antemano que no ganará. Esto, sin
embargo, no le resta puntos a su extraordinaria interpretación al lado de los
hermanos Dardenne. La película forma parte del menú de la 57 Muestra
Internacional de la Cineteca Nacional y ya incluso se estrenó en la corrida
comercial mexicana.
—Dos días, una noche (Deux jours, une nuit, 2014) Escrita y
dirigida por Jean-Pierre y Luc Dardenne. Producida por los hermanos Dardenne y
Denis Freyd. Protagonizada por Marion Cotillard y Fabrizio Rongione.
El
avance: http://www.youtube.com/watch?v=MXYdh1unsEE