Piccoli como Su Santidad

La más reciente película del cineasta italiano Nanni Moretti —el actual presidente del jurado en el sexagésimo quinto festival de Cannes— no agradará, creo, al gran público. Esto a pesar de que a final de cuentas muestra una cara muy amable del Vaticano, a diferencia de la que en recientes años se ha mostrado en los medios de comunicación y no en pocas ficciones. Desde muchos puntos de vista, si no agradará no será por su condescendencia con la alta jerarquía de la iglesia católica sino por el tono de la película, no irregular aunque sí producto de una extraña mescolanza. En pocas palabras, Habemus Papam (2011) se podría definir como una tragicomedia fantástica.
El carácter fantástico del filme reside en la anécdota que detona su relato: los cardenales de la iglesia católica son convocados al cónclave una vez que muere el papa. La horda de viejos se reúne para elegir a su sucesor. Pero en el aire no hay amenaza alguna de que a mitad de la noche detone un contenedor de anti-materia como ocurriera en aquella cinta igualmente fantástica aunque mucho más descabellada de Ron Howard Ángeles y demonios. No, nada parecido. Al momento de la votación dentro de la Capilla Sixtina, más de uno de los veteranos cardenales mirará al techo de la capilla y no hacia los frescos de Miguel Ángel sino hacia el cielo que se halla muy por encima de la obra maestra renacentista. Le ruegan a Dios no ser ellos los elegidos. Finalmente el cardenal Melville es quien recibe la mayoría de los votos. Pero cuando se encuentra a punto de salir al balcón para revelarse ante sus fieles ya aglomerados en la plaza, le da un ataque de pánico y rechaza a gritos y sollozos la misión encomendada. Aquí, claro, entra el factor fantástico.
El resto da para más de un momento cómico. Sobre todo, cuando el mejor psicoanalista de Italia (el mismo Moretti) es llamado para que atienda a tan inusual paciente. Otra misión se encamina al fracaso. Al papa no se le puede preguntar sobre muchas cuestiones claves para el psicoanálisis: el sexo, la madre, los recuerdos de la infancia, etcétera. Como tampoco el psicoanalista debe salir del Vaticano para que no se revele a los medios quién es el nuevo papa y por qué razón no ha salido a dar la cara, este hombre se ve obligado a convivir en el encierro con los ancianos cardenales. Un momento brillante (aunque no sin ciertos tintes cursis) es aquél en que de unas bocinas estalla la voz de Mercedes Sosa interpretando “Todo cambia”. Así, la argentina, desde la ultratumba, pone a corear y a aplaudir a los expectantes presentes.
Por otro lado, está el elemento trágico en los hombros de Michel Piccoli, quien interpreta al cardenal Melville. Sólo por él vale la pena obviar los defectos de Habemus Papam. Piccoli es el actor francés de origen italiano ya erigido en toda una leyenda. A sus ochenta y siete años es toda una institución para el cine europeo. Desde que comenzara su notoriedad con El desprecio de Godard basada en la novela de Alberto Moravia y al lado de Brigitte Bardot. También trabajó al lado de Buñuel en muchas ocasiones durante su etapa francesa. Ahí están Diario de una recamarera, Belle de Jour, La vía láctea, El discreto encanto de la burguesía y El fantasma de la libertad. Como nota al pie, seguramente a su amigo Luis le habría encantado ver a Piccoli disfrazado de papa. Con Hitchcock participó en Topaz. Incluso se vio bajo la batuta de Jacques Demy en el musical Les demoiselles de Rochefort, también compartiendo créditos con Catherine Deneuve. Volviendo a Habemus Papam, en el personaje del pastor renuente se refleja una personalidad llena de dudas ante una misión para la cual se siente inadecuado, además de poco merecedor.
Debo decir que a mí me agradó la cinta aunque a momentos se siente que la anécdota se alarga artificialmente. Habemus Papam de Nanni Moretti es entonces una mera curiosidad. Recomendable sobre todo para quienes deseen pasar un buen rato sin tener que chutarse el churro veraniego de la semana.

Habemus Papam (2011). Dirigida por Nanni Moretti. Producida por Jean Labadie, Nanni Moretti y Domenico Procacci. Protagonizada por Michel Piccoli, Jerzy Stuhr y Nanni Moretti.

El avance: http://www.youtube.com/watch?v=xjPBUSzK_IE