Tormenta 1: Winter Wonderland


La nieve de la semana pasada desapareció pronto. A las horas no había nada que impidiera el tránsito sobre las banquetas. No se dirá lo mismo de la de hoy. La tormenta de nieve comenzó a eso de la siete de la mañana y, desde entonces, no ha parado. Es el mismo sistema, como dirían los meteorólogos, que afectó el noreste de los Estados Unidos. La ciudad, sin embargo, estaba preparada. Montreal bajo la nieve es una ciudad muy distinta: más callada y mucho más lenta. Hoy, con veinte centímetros de esa cosa blanca acumulándose, fue el día ideal para desempolvar las botas de invierno. Al acercarme a mi lugar de trabajo a eso de la una y media, salían de un restaurante griego las sinvergüenzas notas de la canción "Winter Wonderland". Ahora sí, oficialmente, comenzó la estación más temida (y la más hermosa) del año. Que nos sea leve.